Cuando la oscuridad reinaba sobre la luz y las plagas asolaban el mundo, la esperanza para los hombres se había desvanecido casi por completo.Tan solo la antigua profecía que anunciaba la salvación de la humanidad gracias a la unión de los clanes de las tinieblas aportaba algo de ilusión al mundo. Pero el tiempo se acababa y la anunciada unión no se producia, mientras el mal seguía asolando a toda civilización conocida.
Hasta que un día, tras una cruenta batalla en los campos de Katian entre los dos clanes más tenebrosos, el cielo se cubrió de una espesa niebla y de entre ella, un rallo de luz iluminó a los maltrechos combatientes.
Estos al recibir la luz sobre sus rostros, se repusieron al instante de
sus heridas y lentamente levitaron sobre el campo de batalla.
El poder de la Guardia Templaria había llegado a la Tierra, y con él,
el renacer de la Humanidad.